Un grupo de científicos y estudiantes de la UCLA ha desarrollado un nuevo panel solar que es 70% trasparente al ojo humano, muy similar a una ventana. Esta nueva célula fotovoltaica deja pasar la luz visible, es económica, flexible y aplicable a superficies de casi todo tipo.
La tecnología de los paneles fotovoltaicos (o solares) se ha desarrollado a una alta velocidad las últimas décadas, haciéndolos cada vez más eficientes en términos de captación solar y conversión de energía, sin embargo siguen siendo aparatos de gran tamaño que deben cubrir extensas superficies, como techos o patios para generar cantidades considerables de electricidad. Hasta ahora.
La clave de la PSC (Célula Solar de Polímero en inglés) está en que captura los rayos infrarojos de la luz para generar electricidad, y no la luz visible como es el caso de muchos otros paneles. Esto gracias a un plástico “fotoactivo” que convierte la luz infraroja en una corriente eléctrica.
Fabricado en base a la suma de nanotecnología con polímeros, el resultado es una mezcla líquida que se puede hacer a gran escala, bajando los costos de producción y permitiendo ser aplicada a casi cualquier elemento en formato de láminas, o incluso como un spray. Otro paso importante es que con este método se logró reemplazar los tradicionales electrodos de metal opaco utilizados en el pasado, avanzando en materia de transparencia.
“Estos resultados abren el potencial para células solares de polímero visiblemente transparentes como un complemento a la electrónica portátil, ventanas inteligentes, edificios fotovoltaicos integrados y otras aplicaciones” afirma Yang Yang, el líder del estudio de UCLA y director del Centro de Nano Energía Renovable del Instituto de Nanosistemas de California.
“Sus dos células absorben más luz que los dispositivos solares de una sola capa (fabricados en 2012), ya que utiliza la luz de una porción más amplia del espectro solar, y debido a que incorpora una capa de nuevos materiales entre los dos células para reducir la pérdida de energía”, agrega el informe.
El nuevo dispositivo convierte un 7,3% de la energía solar, en cambio el anterior lanzado en 2012, sólo un 4%.
Las células fotovoltaicas pueden ser de color gris claro, verde o marrón, por lo que puede mezclarse con el color y las características del diseño de edificios y sus superficies.
Se espera que esta tecnología esté en el mercado en un plazo de 5 años, período en el cual esperan optimizar su desempeño de manera considerable.
Con este tipo de avances tecnológicos, es interesante imaginar lo que se podría lograr en un futuro cercano: Dispositivos móviles que se cargan al sol, autos con ventanas solares, láminas plegables donde enchufarse al aire libre y hasta latas de spray con líquido fotovoltaico transparente para aplicar donde desees.
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