martes, 20 de marzo de 2012

CURITIBA. Green City Index Latinoamericano


El domingo 21 de noviembre de 2011, en el marco de la Cumbre Climática Mundial de Alcaldes (CCLIMA), celebrada en México, se presentó por vez primera el Green City Index (GCI) de Latinoamérica, clasifica a Curitiba, con 1,7 millones de habitantes, como la única ciudad que ubicada "muy por arriba" del promedio en cuanto a normas medioambientales.
Sólo por mencionar algunas plataformas ambientales: el Jardín Botánico, el bosque Zaninelli, Parque de Sai Lourenco, Parque Tangua, Parque Tingui o el Parque Barigui, son referencias de esta distinción para Curitiba.

Seguida de ella, en el segundo de los cinco niveles, se ubicaron otro grupo de urbes como Bogotá y las brasileñas Brasilia, Belo Horizonte, Río de Janeiro y Sao Paulo. Resultados "aceptables" en la clasificación los obtuvieron la colombiana Medellín, la capital mexicana, Puebla y Monterrey, la brasileña Porto Alegre, Quito, la capital de Ecuador, y Santiago de Chile, colocadas en el tercer nivel.
Por "debajo de la media", el cuarto nivel en términos ambientales, estuvieron Buenos Aires y Montevideo, mientras que Guadalajara y Lima obtuvieron un nivel "muy por debajo" de la media.
Metodología Empleada
La metodología, desarrollada por la EIU en cooperación con Siemens y The Economist con el apoyo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial (BM), se construyó sobre el trabajo ya realizado para el Índice de Ciudades Verdes de Europa por lo que mantiene la misma estructura. Sin embargo, para que pueda tener validez en América Latina, se adaptó y acomodó considerando variaciones en cuanto a la calidad y disponibilidad de datos y los desafíos ambientales específicos de la región.
Un panel independiente de expertos internacionales en el campo de sustentabilidad urbana aportó reflexiones y retroalimentaciones importantes para la construcción del Índice. Igualmente, dada la gran preocupación respecto a la confiabilidad y comparabilidad de los datos, se determinó que el Índice presentara los resultados en bandas de puntaje en relación al promedio.
Para evaluar las ocho categorías definidas se conformaron 31 indicadores individuales. De estos, 16 son de carácter cuantitativo, por lo que miden la manera en la que se desempeña la ciudad actualmente (por ejemplo el consumo de electricidad o la generación de desechos) y los restantes 15 son cualitativos, ya que evalúan las aspiraciones o ambiciones de la ciudad (por ejemplo el compromiso para reducir el impacto en el medio ambiente debido al consumo de energía o las normas ecológicas para proyectos de construcción pública.)

Los 8 factores que componen la clasificación final son: energía y emisiones de CO2, uso de suelos y edificios, transporte, desechos, aguas, saneamiento, calidad del aire y gobernanza medioambiental.
El GCI pretende convertirse en un indicador que ayude a concienciar a las autoridades municipales sobre las necesidades de desarrollar políticas sustentables, explicaron los responsables del estudio. La herramienta permitirá a las ciudades "aprender más de sus respectivas situaciones y fomentará el intercambio sobre estrategias eficaces partiendo de una base objetiva", dijo Pedro Miranda, ejecutivo de Siemens y director del estudio. También facilitará la manera encontrar "soluciones de infraestructura integrales y sostenibles".
Según Leo Abruzzese, director global de la Unidad de Inteligencia de The Economist, "El estudio demuestra que las ciudades que siguen un planteamiento integral alcanzan resultados muy notables".
La metodología del GCI fue empleada por primera vez con ciudades europeas hace un año en otro estudio presentado por Siemens y The Economist con el apoyo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y el Banco Mundial (BM). Aquella vez se hizo público el resultado en Copenhague dentro de la XV Conferencia de las Partes de la ONU sobre el Cambio Climático (COP15) celebrada en diciembre de 2009.


Curitiba, Brasil
Curitiba, la ciudad que lleva la delantera en Latinoamérica en desarrollo verde, tiene una historia de desarrollo de políticas públicas orientadas ello. Ya en los años ’60, se comenzaron a resolver los problemas que traía el rápido crecimiento urbano por medio de la expansión planificada, la creación de zonas peatonales y la implementación de un sistema de transporte efectivo, rápido y barato. El modelo BRT, “bus rapid transit” de Curitiba se ha convertido en un ejemplo para otras ciudades.
Durante la década de los ’80, con políticas de visión integradora, se crearon más áreas verdes, se mejoró la gestión de residuos y el reciclado y las políticas de sanidad. Desde 2009, la autoridad medioambiental de la ciudad ha puesto en curso un estudio de la tasa de absorción de CO2 de las áreas verdes, y una evaluación de las emisiones. Además, se trabaja por reubicar los asentamientos informales, y el servicio de agua de la ciudad se ha extendido a la mayoría de ellos.
Junto a poseer las mejores políticas en las 8 categorías evaluadas, Curitiba registra 5 puntuaciones sobre el promedio, lo que la posiciona como la ciudad más verde de América Latina.
Ciudad es gente. Y donde hay gente, hay desafíos, necesidades, demandas, donde hay gente, hay potencialidades, soluciones, respuestas. Ese es el modo curitibano de ver la ciudad. Otra característica importante es la adopción de buenas prácticas por parte de la población. 

“Curitiba trabaja de forma determinada en la búsqueda de la sustentabilidad y comprueba que acciones locales pueden servir como instrumento de un gran proyecto de conservación de las diferentes formas de vida de todo el mundo” Luciano Ducci


Santiago, Chile
Esta capital alcanzó una evaluación general que se encuentra en el promedio, destacando como la única que obtuvo un “muy sobre el promedio” en materia de transporte.
Un gran peso en esa evaluación lo tiene la eficiencia del metro como transporte urbano de alta demanda. También se consideró la expansión de la línea como un punto a  favor y un ejemplo a seguir en materia de políticas de transporte urbano. Los proyectos de expansión de la L5 y la creación de la L6 favorecieron los factores de interconectividad y cobertura. Además, se valoró el plan Transantiago, desde su inicio en 2007, como un intento por sistematizar un ámbito que antes funcionaba con una gran cuota de desorganización.
Pero por otro lado, Santiago cae en la evaluación de emisiones de CO2 y consumo energético. Es una de las ciudades que más energía consume, en relación a la producción económica: por cada  1.000 dólares de PIB que se produce, consume 1.200 megajoules, muy por encima del promedio, que alcanza lo 761 mj. Además, las políticas de reducción de emisiones contaminantes son parciales y poco integradas con otras iniciativas de mitigación de impacto ambiental.
Guadalajara y Lima
Ambas ciudades acumulan sus puntuaciones en el promedio o por debajo de él.
Guadalajara presenta una tasa muy alta de consumo de agua, falta de monitoreo medioambiental y políticas débiles, comparadas con las de otras ciudades. También presenta altas emisiones de CO2, en relación al promedio, y una falta de monitoreo regular de gases invernadero.
En Lima, la mayoría de los indicadores se muestran bajo el promedio. Los mejores valores de la ciudad se logran en las áreas de energía y CO2, y transporte, debido a planes de reducción de la congestión vehicular y bajos consumos de electricidad. Pero el desempeño más pobre es en usos del suelo y edificaciones, debido a una pequeña porción de áreas verdes y una debilidad en las políticas de eficiencia energética.

Fuentes:

miércoles, 14 de marzo de 2012

Copenhague. GREEN CITY INDEX

El  estudio, iniciativa de la prestigiosa revista The Economist que a través de su Intelligence Unit (EIU) está realizando un estudio sobre la sustentabilidad de las mayores ciudades del mundo,  fue realizado en el año 2009 entre las 30 mayores ciudades de Europa. 
En el índice Europeo se utilizaron 30 indicadores individuales relacionados con una amplia gama de aspectos ambientales divididos también en 8 categorías. Se emplearon 14 indicadores cualitativos y 16 cuantitativos que varían desde la “gestión ambiental”, el consumo de agua, el manejo de desechos y la emisión de gases de efecto invernadero. Luego se ordenaron las ciudades otorgándoles un puntaje a través de un sistema transparente, consistente y replicable. Los resultados se presentaron en diciembre del 2009 durante la COP15 en Copenhague. 

 Sin generar grandes sorpresas, las grandes ganadoras fueron las ciudades de los países escandinavos en los cuáles la conciencia por el medio ambiente viene siendo parte central de sus agendas desde hace varios años. En particular, la ciudad de Copenhague fue la ganadora con 87,31 puntos, levemente arriba de Estocolmo con un puntaje de 86,65 y Oslo con 83,98. Paris, Londres, y Madrid ocuparon los puestos 10, 11, y 12 respectivamente.
Existe una fuerte correlación entre la riqueza económica y la posición en el ranking. Nueve de las diez primeras ciudades tienen un PBI por habitante de más de 31.000 euros. Es razonable dado que las ciudades más ricas se pueden dar el lujo de invertir en infraestructuras más eficientes y contratar especialistas en la materia.
El índice demuestra poca correlación entre el tamaño de las ciudades y sus calificaciones, pero sin embargo, las ciudades con mejor puntaje tanto occidentales como orientales suelen ser más pequeñas. Esto se explica en cierta medida dado que las menores distancias a recorrer permiten traslados a pie o en bicicleta.
Veamos las claves que permitieron a Copenhague  lograr su puntuación:
European-Green-City-Index

Emisiones
La ciudad ha conseguido reducir sus emisiones de CO2 en un 20% en los últimos 15 años, a pesar de que la población ha aumentado en un 7% en ese mismo periodo de tiempo. Para el 2015, la ciudad pretende reducirlas en otro 20% adicional y en 2025 el objetivo es conseguir las cero emisiones.

Energía
Las casas danesas se encuentran entre las más eficientes del mundo, incluso a pesar de que dos terceras partes de los edificios hayan sido construidos antes de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el consumo energético en sus edificios residenciales es el más bajo de todas las ciudades que participaron en el ranking, ya que todas las casas estén conectadas al sistema de calefacción urbano, lo que ayuda a mantener el consumo energético bajo.

Transporte
El número de personas con coche propio es más reducido que en otras partes de Europa, siendo Dinamarca el país europeo donde comprar un vehículo resulta más caro.
La ciudad cuenta con un eficiente sistema de transporte público (metro, tranvía y autobús) permitiendo que cada ciudadano pueda acceder a él en un radio de 350 metros. Además, hay más de 388 kilómetros de rutas en bicicleta. Se pretende que para el 2015, el 50% de la población utilice este medio para desplazarse a su trabajo.

Agua
El tratamiento de aguas residuales, las campañas de concienciación y los sistemas de medición del consumo de agua, obligatorios en todos los hogares desde 1999, han hecho que la ciudad mejore considerablemente su consumo de agua. El objetivo para este año es que cada habitante consuma 100 litros al día, en lugar de los 114 que se consumían en 2007.

Residuos
Un 55% de los residuos son reciclados y gran parte de los restantes son incinerados en plantas que se conectan con el sistema de calefacción de la ciudad, el llamado District Heating que la abastece de calor por una red urbana, como ocurre con el agua o el gas.

Zonas verdes
Un 80% de los habitantes de la ciudad tienen un parque a menos de 300 metros de su hogar y para el 2015 se quiere mejorar estas cifras creando 14 nuevos parques y plantando más de 3.000 árboles en las calles.


Fuentes:

viernes, 9 de marzo de 2012

HUELVA ES FEA. COLLAGE SOBRE LA DIVINA BELLEZA. Sostenibilidad y Optimismo.


Publicado en el Odiel Información el 25/10/2009. Beatriz Quirós e Ignacio Fernández Torres

A muchos onubenses en verano nos toca resistir en una Huelva casi fantasma, entretenidos con los paseos o a lo peor con el trabajo. Pero este año nos ha deparado alguna sorpresa: el encontronazo con turistas, hasta con plano en mano. ¿No se suponía que Huelva era fea?, ¿No estarán buscando pelea?, quizás buscan desdecir los viejos tópicos que siempre han acompañado a nuestra ciudad.

Es evidente que Huelva no es una ciudad de fuerte carga monumental, y probablemente por ello los onubenses han centrado históricamente[1] su estimación de la ciudad en el valor de un entorno físico excepcional, de manera que la vinculación con la naturaleza circundante ha construido la identidad más potente de Huelva.


Pero la falta de identidad de la propia ciudad quizás no deba ser el problema para entender una idea de belleza más contemporánea y que no se apoya en los patrones decimonónicos de corte pintoresquista[2].

"Se ha extendido que la identidad deriva de la sustancia física, de lo histórico, del contexto, de lo real. Pero el hecho es que el exponencial crecimiento humano implica que el pasado, en algún momento, se quedará demasiado pequeño para ser habitado y compartido por los que lo viven. Por extensión la historia encuentra su depósito en la arquitectura, las actuales cifras de población inevitablemente explosionarán y agotarán la sustancia previa. La identidad concebida como esta forma de compartir el pasado es un concepto perdido: no solo hay proporcionalmente cada vez menos que compartir, sino que la historia también tiene su lado odioso, hasta el punto en que su disminuido reparto se convierte en algo insultante.

La identidad es como una ratonera en la que cada vez más y más ratones tienen que compartir el cebo original, que inspeccionado de cerca, puede llevar vacío siglos. La identidad mientras más fuerte, más acorralada, más se resiste a la expansión, la interpretación, la renovación o la contradicción. La identidad puede cambiar su posición o el mensaje que emite sólo a costa de desestabilizar la navegación. (París sólo puede ser más parisina -está de hecho en el camino de convertirse en un Hiper-París, una caricatura pulida. Hay excepciones: Londres -cuya única identidad es la carencia de una clara identidad- está convirtiéndose perpetuamente en menos Londres, más abierto, menos estático)".[3]

Sustituir París por Sevilla y Londres por Huelva.
Replace Paris by Seville and London by Huelva.
Remplacer Paris par Sevilla et à Londres par Huelva.
塞利取代瓦巴黎和敦.



Rem Koolhaas describe muy bien el problema de la identidad aunque esta posición pueda parecer algo radical, pero como él describe, probablemente al preservar un edificio muchas veces se caiga en la falsificación o aún peor en trabajos de maquillaje construyendo una falsa imagen de la historia y de la identidad. Quizás es más coherente ver la degradación de la parte histórica como una nueva manera de interpretar y observar la arquitectura: La decadencia entendida como una forma de interpretar la arquitectura.

Al fin y al cabo, el valor patrimonial de Huelva probablemente se encuentra en lo mismo que en otras ciudades con etiquetas XL de belleza, en conceptos como la escala de un edificio o de una calle, la memoria de algo modesto, o la forma de usar la ciudad. Herramientas para lo bonito mucho más sólidas que están tan lejos de la Tabula rasa como del proceder cosmético en el que curiosamente han sido re-construidas estas ciudades en idéntico marco temporal.

Entendida así la belleza, se hace difícil encontrar una ciudad más fantástica y auténtica que Huelva, una ciudad donde la existencia de un suelo industrial por perecer y la falta de valor monumental abre un campo infinito para que los onubenses puedan construir su ciudad y su identidad tantas veces como quieran; una ciudad donde lo mejor está sin duda por llegar, ¿Qué ciudad puede decir esto de verdad? 




[1] Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar, Pascual Madoz, Huelva 1845. Huelva y La Rábida, Braulio Santamaría, Huelva 1882. Huelva, la construcción de una ciudad, Mª Asunción Días Zamorano, Ayuntamiento de Huelva 1999
[2] Sidney K. Robinson, Inquiry into the Picturesque, The
University of Chicago Press, Chicago 1991.

[3] La Ciudad Genérica, Rem Koolhaas, Gustavo Gili 2006.

miércoles, 7 de marzo de 2012

PLAN DE REHABILITACIÓN de edicifios para ahorrar energía.



Algunos expertos y las principales organizaciones ecologistas han pedido, con motivo del Día Mundial de la Eficiencia Energética, que se pongan en marcha planes de rehabilitación energética de edificios como una de las principales medidas de ahorro.

"Este año hay una oportunidad para empezar a modificar los hábitos derrochadores de energía en España porque el Gobierno tiene que empezar a cumplir la nueva directiva europea de eficiencia energética de edificios", ha explicado el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva.

Según esta directiva europea, de aquí a 2020 las nuevas edificaciones, así como la rehabilitación de los edificios existentes se debe hacer bajo la premisa de consumo energético "casi nulo".
Para ello, la integración de las energías renovables y el autoconsumo energético en la edificación son claves, según García Breva, para que España alcance los objetivos impuestos por dicha directiva.
En el mismo sentido se ha manifestado el responsable de Energía de Greenpeace, Carlos Bravo, para quien está plenamente demostrado el ahorro energético que supondría poner en marcha un plan de rehabilitación energética de edificios. 



España, despilfarrando energía

"España está en una situación de despilfarro energético y tenemos un potencial de ahorro enorme que si se quisiera aprovechar permitiría cerrar muchas centrales nucleares y de carbón y además generaría beneficios económicos enormes y permitiría la creación de empleos sostenibles".

De la misma opinión es el responsable de energía de Ecologistas en Acción, Rodrigo Irurzun, que habla de un ahorro de un 30% en los edificios construidos o rehabilitados siguiendo un plan de renovación energética, que -ha añadido- también generaría bastante empleo.

"En España tenemos un parque muy grande de edificios antiguos o que no han contado durante su construcción con una normativa que obligara a que estuvieran bien aislados", ha señalado para después subrayar que se trata de un sector en el que se puede conseguir un importante ahorro.
También el director ejecutivo del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE), Luis Jiménez Herrero, ha subrayado el "retraso" en el que se encuentra España en cuanto a la eficiencia energética de los edificios.
En este sentido, ha destacado que un estudio a nivel europeo determina que, del total de energía que gasta un país, el 40% proviene de los edificios.



Día de la Eficiencia Energética

El día 5 de marzo se celebra a nivel mundial el Día de la Eficiencia Energética, que conmemora la primera conferencia internacional de Eficiencia Energética celebrada en 1998 en Austria y que reunió a más de 350 expertos y líderes de 50 países.
Con este motivo, el responsable de Energía de Greenpeace ha reclamado también que se ponga en marcha una ley de eficiencia energética que acabe con el "gran despilfarro energético" del país.
"Pedimos una ley de eficiencia energética y una fiscalidad ambiental que penalice el mayor consumo de energía e incentive las prácticas de ahorro", ha demandado por su parte el presidente de la Fundación Renovables.

Para el director ejecutivo del Observatorio de la Sostenibilidad es necesario "cambiar las pautas de comportamiento" y concienciar a los ciudadanos para que entiendan que "se puede vivir con el mismo bienestar ahorrando energía".
"Falta conciencia, poner en valor este tipo de ahorros y vivir de otra manera, saber que un mayor ahorro no significa vivir con más sacrificio, sino vivir de una manera más sostenible", ha asegurado.
El responsable de Energía de Ecologistas en Acción aboga por reducir el nivel de consumo energético mediante medidas estructurales, como el fomento de una economía local que permita satisfacer las necesidades de consumo mediante circuitos cortos de comercialización que también fomenten el empleo local.

"Todas estas medidas podrían hacer que se redujera el consumo de energía en España sin menoscabar el nivel de vida", ha afirmado.

 A change of perspective by kuschelirmel1

Fuente: El mundo.




viernes, 2 de marzo de 2012

Modelo de ciudad Sostenible. "CIUDAD COMPACTA VS CIUDAD DIFUSA"


Según la CARTA EUROPEA DE ORDENACIÓN DEL TERRITORIO aprobada el 20 de mayo de 1983, La Ordenación del Territorio debe basarse en los siguientes OBJETIVOS FUNDAMENTALES
La Ordenación del Territorio persigue paralelamente:
El desarrollo socioeconómico equilibrado de las regiones
                  En el que se controle el crecimiento de las regiones congestionadas o de aquellas que presenten una evolución demasiado rápida y alentar el desarrollo de las regiones que mantienen un cierto retraso
La mejora de la calidad de vida
                  Favoreciendo la mejora del marco de vida cotidiano, es decir la vivienda, el trabajo, la cultura o el ocio, las relaciones en el seno de las comunidades humanas y el crecimiento del bienestar individual mediante la creación de empleos y de equipamientos económicos, sociales  y culturales
La gestión responsable de los recursos naturales y  la protección del medio ambiente
                  Tratar de asegurar una administración responsable de los recursos del suelo y del subsuelo, del aire y del agua, de los recursos energéticos, de la fauna y de la flora, dedicando una atención especial a las bellezas naturales y al patrimonio cultural y arquitectónico.
La utilización racional del territorio
                  Controlar la implantación, la organización y el desarrollo de los grandes complejos urbanos e industriales y de las grandes infraestructuras, así como la protección de las zonas agrícolas y forestales. Esta ordenación física debe acompañarse necesariamente de una política de suelo con el fin de hacer posible la realización de objetivos de interés general.

Como se aprecia en los objeticos de la O.T. los principios de sostenibilidad sociales, económicos y Medio Ambientales en los que se fundamenta la Sostenibilidad son parte clave de ellos. Por otra parte, ya dentro del marco del Urbanismo y más concretamente de la L.O.U de Andalucía, (Ley 7/2002, de 17 de diciembre), en varios de sus objetivos y articulados se hace referencia a específicamente al Desarrollo Sostenible, cito textualmente:  

“Una Ley que apuesta por la calidad de vida de los ciudadanos y de las ciudades. Una Ley que apuesta por el desarrollo sostenible”

El Plan General, tal y como está planteado, se ocupa de delimitar el suelo urbano y urbanizable, pero no de gestionar el conjunto de la superficie geográfica municipal y aunque la LOUA arriba citada marque factores ambientales a tener en cuenta la integración de estos en los PGOU tradicionalmente no se cumplían.

 Resolver los problemas en el seno de la ciudad supone mejorar la habitabilidad y con ella, la calidad de vida. La calidad de vida de los ciudadanos depende de factores sociales y económicos y también de las condiciones ambientales.

Después de esta reflexión habría que tener en cuenta los principios en los que el planeamiento urbanístico debería basarse en base a las estrategias globales de la sostenibilidad vistos con antelación:

  •          Estrategia territorial
  •          Recursos.
  •          Densidad.
  •          Compacidad.
  •          Mezcla de usos.
  •          Mínima huella en el territorio
  •          Densidad entorno al transporte público
  •          Obtener los recursos disponibles en la proximidad
  •          Reducir, reutilizar, recuperar suelos
  •          Residuos. reutilización de materiales

Ciudad Compacta:
Menor consumo de suelo.
La proximidad entre usos y funciones supone un menor consumo de materiales.
La superficie edificada /habitante es menor.
La Tipología  edificatoria tiene un menor mantenimiento.
La mayoría de viajes se pueden realizarse a pie, bicicleta o en transporte público.
Las demandas energéticas en bloques de apartamentos son menores.
La calle, y la plaza constituyen los espacios de contacto y de convivencia por excelencia aportando calidad urbana.



Ciudad Difusa:
Mayor consumo de suelo
Dispersión de la edificación y las infraestructuras.
La superficie edificada por habitante es mayor.
La tipología edificatoria tiene un mayor mantenimiento
El modelo de movilidad descansa en el vehículo privado. Escasa Accesibilidad
La dispersión de las redes.
Se consume más energía en las tipologías edificatorias unifamiliares. Segregación Social
Se reduce el espacio público y se sustituye por espacios privados urbanos: deportivos, de compra, de transporte, etc.