El estudio, iniciativa de la prestigiosa revista
The Economist que a través de su Intelligence Unit (EIU) está realizando un
estudio sobre la sustentabilidad de las mayores ciudades del mundo,
fue realizado en el año 2009 entre las 30 mayores ciudades de Europa.
En
el índice Europeo se utilizaron 30 indicadores individuales relacionados con
una amplia gama de aspectos ambientales divididos también en 8 categorías. Se
emplearon 14 indicadores cualitativos y 16 cuantitativos que varían desde la
“gestión ambiental”, el consumo de agua, el manejo de desechos y la emisión de
gases de efecto invernadero. Luego se ordenaron las ciudades otorgándoles un
puntaje a través de un sistema transparente, consistente y replicable. Los
resultados se presentaron en diciembre del 2009 durante la COP15 en Copenhague.
Existe una fuerte correlación entre la riqueza económica
y la posición en el ranking. Nueve de las diez primeras ciudades tienen un PBI
por habitante de más de 31.000 euros. Es razonable dado que las ciudades más
ricas se pueden dar el lujo de invertir en infraestructuras más eficientes y
contratar especialistas en la materia.
El índice demuestra poca correlación entre el tamaño de
las ciudades y sus calificaciones, pero sin embargo, las ciudades con mejor
puntaje tanto occidentales como orientales suelen ser más pequeñas. Esto se
explica en cierta medida dado que las menores distancias a recorrer permiten
traslados a pie o en bicicleta.
Veamos las claves que permitieron a Copenhague lograr su puntuación:
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European-Green-City-Index |
Emisiones
La
ciudad ha conseguido reducir sus
emisiones de CO2 en un 20% en los últimos 15 años, a pesar de que la
población ha aumentado en un 7% en ese mismo periodo de tiempo. Para el 2015,
la ciudad pretende reducirlas en otro 20% adicional y en 2025 el objetivo es conseguir las cero
emisiones.
Energía
Las casas danesas se encuentran entre las más
eficientes del mundo,
incluso a pesar de que dos terceras partes de los edificios hayan sido
construidos antes de la Segunda Guerra Mundial. De hecho, el consumo energético
en sus edificios residenciales es el más bajo de todas las ciudades que
participaron en el ranking, ya que todas las casas estén conectadas al sistema de calefacción urbano, lo que ayuda a
mantener el consumo energético bajo.
Transporte
El número de personas con coche propio es más
reducido que en otras partes de Europa, siendo Dinamarca el país europeo
donde comprar un vehículo resulta más caro.
La ciudad cuenta con un eficiente sistema de transporte público (metro,
tranvía y autobús) permitiendo que cada
ciudadano pueda acceder a él en un radio de 350 metros. Además, hay más
de 388 kilómetros de rutas en
bicicleta. Se pretende que para el 2015, el 50% de la población utilice
este medio para desplazarse a su trabajo.
Agua
El tratamiento de aguas residuales,
las campañas de concienciación y
los sistemas de medición del consumo de agua, obligatorios en todos los
hogares desde 1999, han hecho que
la ciudad mejore considerablemente su consumo de agua. El objetivo para
este año es que cada habitante consuma 100 litros al día, en lugar de los 114
que se consumían en 2007.
Residuos
Un 55% de los residuos son reciclados y gran parte
de los restantes son incinerados
en plantas que se conectan con el sistema de calefacción de la ciudad, el
llamado District Heating que la abastece de calor por una red
urbana, como ocurre con el agua o el gas.
Zonas verdes
Un 80% de los habitantes de la
ciudad tienen un parque a menos de 300 metros de su hogar y para el 2015 se
quiere mejorar estas cifras creando 14 nuevos parques y plantando más de 3.000
árboles en las calles.
Fuentes:
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